martes, 16 de septiembre de 2008

Afición triatlera en Barcelona

Todo empezó en unas jornadas, que organiza la empresa donde trabajo, para transmitir la estrategia a los trabajadores y que éstos se interrelacionen. Pues alli estábamos, charlando, cuando Domingo empezó a contarnos que hace un añito se ha aficionado a hacer triatlones y otras competiciones. En un principio aluciné...siempre he pensado que son pruebas que requieren una gran preparación física y mental.

De hecho, no era la primera vez que oía hablar de triatlones en las últimas semanas. Precisamente, la última sesión de un curso que he realizado este año, nos la dio un profesional del mundo empresarial, que hace varios años empezó a participar en este tipo de pruebas. La sesión trataba del papel del deporte en nuestra vida, de cómo nos ayuda en el ámbito laboral y personal, la motivación, la dedicación, el esfuerzo, marcarse objetivos, ser constante...todo ello me dejó muy impresionada (nos mostró casos realmente increibles), pero seguía pensando que estaba totalmente fuera de mi alcance, y os explico por qué...

...siempre me he cansado MUCHO haciendo deporte. De pequeña jugaba a basquet, soy alta, pero lo pasaba mal en los entrenos y los partidos, siempre roja como un tomate...justamente en mi colegio se potenciaba mucho el deporte, cada día una actividad: natación, deportes de equipo, y una vez al año, el temido "cross", que consistía en correr varias vueltas alrededor de un gran campo, qué malos recuerdos, incluso organizaron un año una triatlón...qué mala experiencia! En BUP también tocaba correr y la profesora me dijo que debía tener el corazón pequeño y por ello necesitaba bombear más para hacer esfuerzos, lo que hace que las pulsaciones se suban por las nubes...

Sin embargo, me gusta hacer deporte y a los 17 decidí que quería trabajar los veranos como socorrista acuática. Total, empecé a entrenar para sacarme el título, hice el curso entre nadadores de competición y waterpolistas y, voila, me lo saqué!!! Qué orgullosa estoy de eso...me acordé mil veces del maldito profesor de natación Marimón de la escuela!

Vuelvo con Domingo. Cuando a uno le gusta lo que hace, le gusta contagiar de estas ganas a otra gente y esto es lo que pasó, me contó que había una triatlón en Barcelona, en julio, y que había una distancia en la que cualquier persona podía participar, la super sprint...y pensé, esto habrá que probarlo!!!

Quedaban dos semanas para la triatlón, que es el tiempo que pude entrenar. Hay que decir que acostumbro a nadar y a practicar spinning, pero correr lo llevo bastante mal. Intenté engañar a Jordi y a varios amigos para compartir la experiencia, pero no hubo suerte. Asi que el día antes de la competición fuimos con Mire, mi hermana, a buscar el dorsal, el gorro y el chip que guarda los tiempos...todo eran preguntas: ¿cómo será la zona de boxes?, ¿cómo irán las transiciones?, ¿estarán los participantes muy preparados?, ¿podré acabar la prueba, sin morir en el intento?

Esta era la pinta de la zona de boxes el día antes:


El lugar elegido fue el Puerto Olímpico. A las 7.30h la gente iba llegando, entrando en boxes, situando minuciosamente todos los elementos de la carrera de manera estratégica para hacer las transiciones lo más rápido posible.


Se realizaron varias salidas, dependiendo de la distancia a recorrer (super sprint: 300m natación - 10km bicicleta - 2,5km correr, sprint: 750m natación - 20km bicicleta - 5km correr y olímpica: 1,5km natación - 40km bicicleta - 10km correr), en grupo de unas 300 personas.

A las 8.15h llegó mi turno...entre los nervios, los gritos de los participantes de "a disfrutar de las sensaciones!!!"y el fresquito, se dio la salida y todos al agua!


La primera sensación fue pensar: qué hago a estas horas un domingo, nadando entre 300 personas, recibiendo y dando golpes.

La distancia era muy razonable, salí del agua con las piernas cansadas y la cuesta hasta boxes me costó un poco...necesitaba recuperarme.


En boxes me mojé los pies para limpiarlos de arena, los sequé, me puse los calcetines, las bambas, la camiseta con el dorsal ya colgado, el casco de la bici, las gafas de sol, la bebida y finalmente la bici...perdí "algo" de tiempo ;)


La bici me la dejó Sergi, menos mal, mira que no tener bici...es una mountain bike muy chula, pero claro, lo suyo es utilizar una bici de carretera, que es más rápida y se nota! Este tramo es quizás el más sencillo de los tres, pero te deja las piernas para el arrastre, al llegar a la transición no podía correr para hacer el cambio y salir...¿corriendo?


El tramo a pie se hacía siguiendo el paseo marítimo en la playa (no sobre la arena, claro). Ya eran sobre las 9h y el sol empezaba a apretar. Ya me faltaban pocos metros para llegar...de las últimas, pero con la satisfacción de haber podido acabar y de ser oficialmente UNA TRIATLETA!


Me lo pasé tan bien, que esta vez he sido yo la que he transmitido a los demás las ganas de participar en una triatlón...para la del 5 de octubre ya somos unos 15 amigos y amigos de amigos apuntados!!! Os animo a que lo probéis, la experiencia vale la pena, se trata de un reto personal, donde cada uno pone su límite e intenta superarse, y es una buena manera de mantener la motivación a la hora de hacer deporte!

Si queréis leer la crónica que hace la página a rueda.com: http://www.arueda.com/triatlon/triatlon/exito-del-triatlo-sprint-barcelona.html

1 comentario:

Irisibula dijo...

Felicitats per l'esforç realitzat Anna!!! A mi m'agrada molt l'esport i sobretot la natació, però no crec que fos capaç de finalitzar una triatló...